Los jóvenes por seguir los patrones de la moda no saben los riesgos que corren al perforarse sus cuerpos.
Los adolescentes y jóvenes, con el propósito de ser admirados y reconocidos en su grupo de amigos, asumen este comportamiento ante el asombro y la desaprobación de los padres. Los actores y cantantes preferidos se convierten en los modelos a imitar en todos los sentidos, aunque esto implique agredir, infectar y marcar de por vida el organismo. Además, modifican su cuerpo con fines estéticos para lograr, según ellos, una imagen acorde con las pautas que la modernidad impone o legitima.
En las últimas décadas se observa un creciente interés por los piercing, por eso ya no es difícil encontrar en nuestras calles a un joven con perforaciones en diferentes parajes de su cuerpo.
¿POR QUÉ ADOPTAMOS ESA «MODA»?
Asumir una moda, una conducta o un símbolo como lo es el uso de los piercing por los jóvenes, forma parte de los fenómenos vinculados con la globalización y el intercambio cultural de unas naciones con otras.
El acceso a internet y a otros sitios o espacios informativos donde son expuestas tendencias y costumbres de diversas regiones y la irradiación del consumo cultural, intervienen en la reproducción del piercing, principalmente, por los adolescentes que manifiestan en esta etapa determinadas necesidades desde el punto de vista material o espiritual.
«Muchos jóvenes perforan sus cuerpos porque esta práctica, importada de Europa y Norteamérica, determina aspectos de su actitud»,
La filosofía de la mayor parte de estos grupos es desinhibirse con relación al cuerpo, obtener la libertad en toda su expresión, el respeto a su espacio, no reprimirse ante nada y estar dispuestos siempre a vivirlo todo con intensidad, y los que pertenecen a ellos adoptan ese estilo y conducta
es del criterio de que llamar la atención de manera descoordinada, sobresalir por encima de la sociedad que no acepta determinados patrones, o identificarse con un grupo que asume una forma de pensar y actuar diferente a la preestablecida, pudieran ser las causas que originan este comportamiento. También imitar a cantantes o actores, seguir una moda, encontrar un espacio de realización dentro del entorno familiar y manifestar sus deseos.
Los piercing muestran en el individuo la necesidad de diferenciarse de sus iguales produciendo marcas en el cuerpo, con el propósito de obtener el reconocimiento y el aprecio frente al prójimo
La mayoría de los adultos considera incorrecta esta forma de proceder, e incluso, catalogan de rebeldes, extravagantes, exhibicionistas y excéntricos a quienes llenan su cuerpo de perforaciones.
Esos adultos que hoy imponen sus criterios, un día vistieron similar a The Beatles, se peinaron como los afroamericanos, usaron minifaldas, estrenaron atrevidos bikinis, es decir, adoptaron los cambios frecuentes de la moda. Cabe preguntarse si de existir los piercing en aquella época, también los hubieran asumido.
En estas mutaciones tiene un papel preponderante el mercado que estimula psicológicamente a las personas para que compren, inviertan y consuman más allá de lo necesario. Por todo esto, es indispensable lograr un entendimiento, un equilibrio en la familia y una solución consensuada entre las partes en conflicto.
Es necesario orientar a los jóvenes y explicarles los riesgos que para la salud ocasionan estos objetos. Y si se los hacen orientar para evitar perder la salud. Los medios de comunicación deben prevenir y alertar sobre las consecuencias de una moda efímera, que será sustituida pero, que a diferencia de otras, deja huellas imborrables.