¿En qué consiste el vientre de alquiler?
¿Por qué nos debemos de oponer a la práctica de los vientres de alquiler?
La maternidad subrogada aliena a las mujeres que “prestan” su útero: el cuerpo de la mujer no es una herramienta de producción
El fin no justifica los medios:
La madre portadora produce un hijo a través de su instrumento de trabajo, el útero, lo cual entraña una confusión entre embarazo y simple fabricación de una mercancía. A cambio de remuneración o compensación a la mujer que se entrega a ello
El uso de una mujer como gestante saca la maternidad de la vida personal y privada para transformarla en trabajo y en servicio.
La mujer desempeña aquí la función de una herramienta de producción, poniendo al servicio de terceras personas lo más íntimo de su ser, lo que la distingue como mujer: su capacidad gestacional. Así quien da a luz actúa no como una verdadera madre sino más bien como una máquina que fabrica al hijo para entregárselo después a la pareja que lo ha pedido.
La práctica de las madres portadoras trata al hijo como una cosa de la que uno se puede apropiar.
Reduciendo al hijo a algo comercial, es lógico que se cuestione la calidad del producto negociado en el contrato. ¿Qué pasaría si el hijo no respondiera al deseo de los que lo encargan en caso de discapacidad o de malformación, por ejemplo? Para evitar esta posibilidad, generalmente se propone prever en beneficio de la madre portadora una cláusula de ruptura de contrato exigiéndola que ejerza su “deber de aborto”.
El vientre de alquiler, (otra forma más de llamar a la gestación subrogada), este es el proceso en el cual una mujer ofrece su útero con el fin de gestar el hijo de otra pareja, personas solas o solter@s. o parejas homosexuales que tengan algún tipo de imposibilidad para conseguir tener hijos..a cambio de una fuerte suma de dinero.
Una vez el niño nace, la madre gestante o subrogada, renuncia a todos los derechos y obligaciones con ese bebe, y estos derechos y obligaciones van a pasar a ser de los padres intencionales, los cuales asumiran la paternidad legal.
No hay una sola razón para optar al vientre de alquiler, muchas veces se recurre a esta práctica debido a la infertilidad de uno u ambos miembros, también se suele recurrir al vientre de alquiler debido a embarazos de riesgo, también es una opción para personas solteras.
¿Por qué nos debemos de oponer a la práctica de los vientres de alquiler?
La maternidad subrogada aliena a las mujeres que “prestan” su útero: el cuerpo de la mujer no es una herramienta de producción
El fin no justifica los medios:
La madre portadora produce un hijo a través de su instrumento de trabajo, el útero, lo cual entraña una confusión entre embarazo y simple fabricación de una mercancía. A cambio de remuneración o compensación a la mujer que se entrega a ello
El uso de una mujer como gestante saca la maternidad de la vida personal y privada para transformarla en trabajo y en servicio.
La práctica de las madres portadoras trata al hijo como una cosa de la que uno se puede apropiar.
Reduciendo al hijo a algo comercial, es lógico que se cuestione la calidad del producto negociado en el contrato. ¿Qué pasaría si el hijo no respondiera al deseo de los que lo encargan en caso de discapacidad o de malformación, por ejemplo? Para evitar esta posibilidad, generalmente se propone prever en beneficio de la madre portadora una cláusula de ruptura de contrato exigiéndola que ejerza su “deber de aborto”.
La práctica de las madres de alquiler destroza la delicada relación que se establece entre la madre y el hijo durante la gestación.
La madre portadora se compromete a abandonarlo en el nacimiento, después de los nueve meses de embarazo.
La técnica de las madres portadoras se basa en la instrumentalización del cuerpo de la mujer transformado en herramienta de producción.
saca la sexualidad de la vida íntima para transformarla en servicio disponible en el mercado, el uso de una mujer como gestante saca la maternidad de la vida personal y privada para transformarla en trabajo y en servicio.
No son conceptos muy moralistas para oponerse? No fue el embarazo de Jesús subrogado? Su inseminación fue artificial, no? Divina, pero artificial según vuestro culto.
ResponderEliminarEs la mejor experiencia que hemos vivido con mi pareja.
Después de 10 años de tratamientos y arribando a la conclusión que mi útero con malformación congénita imposibilitaba los embarazos naturales, tuvimos esta oportunidad.
En uno de sus viajes de negocios a mi marido le toco Ucrania, y allí contacto la clínica Biotexcom, donde el asesoramiento y acompañamiento fue excelente.
Desde los primeros chequeos médicos hasta la elección de madre portadora, desde los varios intentos hasta lograr la fecundación hasta recibir en mis brazos a mi bebe, he estado siempre contenida.
Ni miedos, ni dudas, ni tampoco las críticas de mi entrono familiar y laboral, que me enjuiciaban tal brujo medieval, pobres tristes hipócritas.
Sera que a los que no les cuestan las cosas le es fácil ponerse en jueces...
También nos acompañaron en los trámites legales, que por suerte en ese país no son difíciles dado que hay una ley que regula todo el proceso.
La verdad que todo lo vivido, gracias al servicio profesional que nos dieron, mas la sonrisa de mi hijo desde la cuna, justifican todo y confirman que ha sido al mejor elección.
Coincido con Mhirta, el embarazo subrogado es la solución para muchas parejas desesperadas.
ResponderEliminarSus testimonios son los que valen al pena, porque contagian ganas de enfrentar el desafío de ser padres.
Mucho miedo miedo con mi pareja por lo legal y la madre portadora, pero ni bien contacte con Biotexcom se disiparon.
Estas preparados para todas las contingencias, y son muy profesionales.
Ya estamos empezando un programa de embarazo subrogado con ellos porque estábamos casi decididos, pero tu testimonio Mhirta nos termino de envalentonar.
Gracias, y nunca dejes de dar a conocer tu caso, dará aliento a muchos más.
La gestación subrogada es una práctica beneficiosa para todos las partes implicadas:
ResponderEliminarLos padres intencionados: consiguen su sueño de la paternidad ofreciendo los cuidados necesarios a un hijo muy querido y deseado.
El recién nacido: existe gracias al deseo de los padres contratantes y es criado en un entorno de inmenso cariño por las personas que así lo desearon.
La gestante: satisface su inquietud de ayudar a otras personas y además, en la mayoría de las situaciones, obtiene un beneficio económico extra. Muchas gestantes afirman tener una mayor autoestima y confianza en sí mismas, además de gozar de un desarrollo personal positivo debido a la acción solidaria.
De entrada, nos encontramos ante la archiconocida falacia de apelación a la naturaleza.
ResponderEliminarNi todo lo natural es bueno, ni todo lo antinatural es malo.
Por ejemplo, el cáncer es natural pero no por ello es bueno; los tratamientos médicos contra el cáncer son antinaturales y no por ello son malos.
Por consiguiente, que la gestación subrogada fuera antinatural no implicaría que fuera mala y que se requiriera prohibirla.
Una forma bastante habitual de desacreditar la gestación subrogada es equiparándola a la compraventa de niños.
Comencemos constatando la evidencia de que la gestación subrogada altruista no puede calificarse en ningún caso como “venta” de niños, sino como mucho como “donación de niños” (ya que no hay precio asociado).
Y esa “donación de niños” sería totalmente equiparable a la adopción. Sin embargo, ni siquiera la gestación subrogada con contraprestación monetaria puede definirse de tal modo.
En la gestación subrogada, la pareja que obtiene la patria potestad sobre el niño es aquella que le transmite la carga genética.
La mujer gestante carece de vínculo genético y, por consiguiente, no es su madre salvo en un sentido muy figurado (equiparable a calificar de “madre” o “segunda madre” a una niñera que haya pasado más tiempo en la crianza del bebé que la propia madre genética).
Y, si la gestante no es madre, no podrá ni donar ni vender al niño.
Es un negociazo
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