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domingo, 17 de abril de 2016

La-feminazi




Feminazi es un término, tanto adjetivo como sustantivo, que es usado con sentido peyorativo para referirse a feministas que son percibidas como radicales o como que promueven la vulneración de derechos de los varones. El término es un acrónimo que se forma a partir de una combinación de las palabras feminista y nazi y según los partidarios de su uso alude a una actitud o ideología que refleja una faceta radical y revanchista del feminismo, homóloga al machismo pero de sentido opuesto













Feminismo no radical y feminazi

La defensa de los derechos de la mujer comenzó cuando San Pablo mandó a los maridos que amen a sus mujeres. Esto era algo inaudito en un mundo en que la mujer no era nada. Incluso algunos filósofos de aquel tiempo dudaban de que la mujer tuviera alma. En la era pagana la mujer no tenía los mismos derechos que el hombre. Fue el cristianismo el que elevó la mujer de su estado de ignominia haciéndola la reina, festejada, admirada y amada; pues la misión de madre es la más gloriosa de la vida.

Una cosa es la igualdad de derechos ante la ley del hombre y de la mujer, lo cual es justo; y otra que la mujer se ponga a imitar en todo al hombre, perdiendo sus características femeninas que tanto la enriquecen. 


«Feminismo es aquella cualidad de la mujer por la cual ella se hace atractiva y agradable, y hace agradable y atractivo todo cuanto la rodea». Pretender hacer de la mujer otro hombre es una equivocación. La mujer tiene sus cualidades específicas que no debe perder, y deben ser para ella de gran valor. La familia es el fundamento de la sociedad, y sin verdaderas mujeres no es posible la familia.



El feminismo no radical que reivindica los mismos derechos para la mujer que para el hombre ante la ley, es normal y sano, pues hombre y mujer tienen la misma dignidad como persona humana. 


Pero hay otro feminismo revanchista llamado feminazi que resulta ridículo. Hay mujeres feministas que quieren ocupar el sitio del hombre en todo. Y algunas lesbianas hasta en el uso del sexo. Las lesbianas suelen ser feministas revanchistas. La mujer debe ser mujer. El querer ser como el hombre es una equivocación, pues es considerarse inferior al hombre. Y la mujer no es inferior al hombre, es diferente, que no es lo mismo. El hombre y la mujer son distintos en su cuerpo y en su psicología.



«La igualdad de derechos de la mujer y el hombre no debe consistir en su masculinización, en deterioro de los auténticos valores femeninos». La identidad de la mujer no puede consistir en ser una copia del hombre; puesto que ella está dotada de cualidades y prerrogativas propias, que le confieren una personalidad autónoma, que siempre se ha de promover y alentar»


La mujer debe ser femenina, y el hombre masculino. Cada uno tiene su tarea en la vida, en la reproducción humana


La igualdad de derechos de la mujer y el hombre tiene aspectos muy razonables. No se ve por qué una mujer que realiza el mismo trabajo que el hombre y con la misma perfección, no va a tener el mismo sueldo. Afortunadamente esta discriminación se va acabando.

Pero hay cosas en que el hombre y la mujer son distintos. El mismo cuerpo humano demuestra la distinta misión específica de cada uno. El hombre tiene los hombros más anchos que la mujer, pues está hecho para la fuerza. En cambio la mujer tiene las caderas más anchas que el hombre, pues está hecha para la maternidad. 

La igualdad de derechos es lógica ante la ley. En teoría, todos los seres humanos, hombres y mujeres, pueden ser jueces, médicos o taxistas. Pero sólo las mujeres pueden dar a luz un hijo. Y esto por biología y por naturaleza.

Por eso el hombre y la mujer son distintos corporal y psicológicamente. Negar esto es un desconocimiento de la psicología humana. Las feministas quieren ser en todo como los hombres. Esto es una equivocación. Y además, con esto, demuestran su complejo de inferioridad. Por eso quieren ser como los hombres. La mujer no es inferior al hombre. Es distinta. Es evidente que hay cosas más propias del hombre, y otras para las que la mujer está más capacitada. Ignorar las diferencias entre el hombre y la mujer demuestra un desconocimiento total de psicología.


«Se ha dicho que la diferenciación sexual de los “caracteres” no serían naturales sino culturales, etc. La objeción no resiste un mínimo examen de los datos obtenidos por la antropología cultural. Es cierto que una educación dirigida expresamente a ese fin puede conseguir masculinizar a la mujer y feminizar al hombre. Pero si se deja obrar a la naturaleza, la diferenciación sexual es inmediata y clara. Por eso, en millares de culturas estudiadas, la mujer y el hombre tienen la psicología que corresponde a los caracteres sexuales primarios y secundarios. 


Antropológica e históricamente esta conclusión está demostrada por los hechos. Las “amazonas” son un mito; y es significativo que no exista un mito equivalente para los hombres. El mito de las “amazonas” equivale a las utopías feministas de hoy.

Nunca mejor empleada la palabra utopía: algo que no existe ni puede existir en ninguna parte. En efecto, el feminismo radical desea una total igualdad entre el hombre y la mujer: igualdad biológica, fisiológica, completa. Como esta igualdad no es posible pese a todos los esfuerzos de las feministas, se busca una igualdad cultural: se tiende a vestir como los hombres (o a que no haya diferencias entre la indumentaria femenina y la masculina), y a hablar como los hombres: si era costumbre social que los hombres utilizasen a veces un lenguaje malsonante las feministas lo imitarán servilmente.



»El feminismo radical feminazi no depende sólo de la situación de una cultura, ya que feminismo ha habido en otras épocas. Se trata de un comportamiento psicológicamente patológico, que no acepta la diferente constitución biológica del hombre. La desigualdad sexual hombre-mujer le parece una injusticia de la naturaleza que es preciso corregir. Pero, como esto no es posible, los movimientos feministas radicales intentan compensarlo con reivindicaciones exaltadas, típicamente femeninas para mayor ironía.





»La diferenciación sexual masculina y femenina no es obstáculo, en absoluto, para la defensa de la más completa igualdad de derechos en el hombre y la mujer, ya que varón y mujer cumplen plenamente con el contenido biológico y ético del ser humano. La misma diferenciación no es inconveniente para que en determinadas épocas la mujer realice trabajos y funciones hasta entonces sólo confiados a los hombres»



Las feministas feminazi quieren hacer una sociedad dominada por las mujeres. Pero esta sociedad tendría los mismos defectos, o más, que la dominada por los hombres. Pues todo hombre bien nacido siente respeto por la mujer, mientras que las feministas, frecuentemente, muestran desprecio por los hombre


Me parece una equivocación el que algunas mujeres consideren el ocuparse de la casa como una esclavitud, de la que quieren liberarse

Lo que se hace por amor no se puede llamar esclavitud.
Un mismo trabajo puede hacerse por un sueldo o por amor, y tendrá un valor totalmente distinto.Las cosas hechas sólo por obligación pueden resultar latosas, pero las hechas por amor son gozosas.

Muchas mujeres ansían realizarse en una profesión fuera del hogar, pero nada en el mundo las puede realizar más que la maternidad. Las estadísticas dan que gran número de mujeres que evitan los hijos de jóvenes después los desean ardientemente cuando son maduras. Hoy las edades de la mujer en que hay más maternidad es entre los treinta y cuarenta años. Son madres «añosas», como se las califica en los manuales médicos, no hay algo mas importante en la vida para dejar de tener hijos bueno hasta aqui del tema de las feminazis










2 comentarios:

  1. He leido su texto y creo que quizás, lo que no dice, es que el término feminazi es algo que utilizan personas que desconocen lo que es el feminismo y etiquetan de esta forma a toda mujer que lucha por sus derechos. Yo no quiero ser un hombre, ni vestir como ellos, ni dominar el mundo, las feministas no queremos eso, no queremos repetir lo que se ha hecho, y se sigue haciendo con nosotras. Lo que sería deseable es que por seer mujer tenga las mismas oportunidades y derechos reales. Que mi marido, que lo tengo, entienda el matrimonio como reparto de responsabilidades, tanto afectivas como domésticas y que nadie lo tilde de "nenaza" o menos hombre porque quiere cuidar de sus hijos y de su hogar, al igual que su mujer.
    El feminismo es eso que te hace entender, que además de para tener hijos (la maternidad será lo que más realice a quien no tiene más anhelos en la vida), a los cuales adoro(también tengo, y tres), cuidar tu casa y adorar a tu marido, puedes, como persona, realizar todas aquellas funciones que desees, seas hombre o mujer.
    En cuanto a las imágenes que utilizais, desde luego que cumplen con el objetivo de presentar a las feministas como radicales e interesadas, lo habeis hecho bien.
    No estaría mal, que incluyeraís alguna mas positiva, como la lucha de las mujeres para que pudiéramos votar nosotras, ah! que igual no sabiaís que lo hicieron posible "feminazis" allá por los años 30.
    Os recomiendo recordar que hombres y mujeres somos diferentes pero apostamos por que esa diferencia no sea sinónimo de desigualdad.
    Cordiales saludos.

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  2. Las feminazis son las que abusan de sus derechos, inculpando por cualquier cosa al hombre o queriendo buscar problemas donde no las hay, siempre en contra del hombre claro está. No sólo son mujeres que lo cometen (obviamente en su mayoría sí) sino hombres también.
    No pensé que fuera necesario explicar algo tan sencillo como esto pero bueno... aquí está.

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